Química: una ciencia para todos
Desde los primeros tiempos, los seres
humanos han observado la transformación de las sustancias —la carne
cocinándose, la madera quemándose, el hielo derritiéndose— y han
especulado sobre sus causas. Siguiendo la historia de esas observaciones
y especulaciones, se puede reconstruir la evolución gradual de las
ideas y conceptos que han culminado en la Química moderna.
La Química ha tenido una influencia
enorme sobre la vida humana.En el siglo XIX se desarrollaron técnicas para
sintetizar sustancias nuevas que eran mejores que las naturales, o que
podían reemplazarlas por completo con gran ahorro. Al aumentar la
complejidad de los compuestos sintetizados, empezaron a aparecer
materiales totalmente nuevos para usos modernos. Se crearon nuevos
plásticos y tejidos, y también fármacos que acababan con todo tipo de
enfermedades. Al mismo tiempo empezaron a unirse ciencias que antes
estaban totalmente separadas. Los físicos, biólogos y geólogos habían
desarrollado sus propias técnicas y su forma de ver el mundo, pero en un
momento dado se hizo evidente que cada ciencia, a su modo, era el
estudio de la materia y sus cambios. La química era la base de todas
ellas. La creación de disciplinas intercientíficas como la geoquímica o
la bioquímica ha estimulado a todas las ciencias originales.
Las disciplinas de la Química han sido
agrupadas por la clase de materia bajo estudio o el tipo de estudio
realizado. Entre éstas se tienen la química inorgánica, que estudia la
materia inorgánica; la química orgánica, que trata con la materia
orgánica; la bioquímica, el estudio de substancias en organismos
biológicos; la físico-química, comprende los aspectos energéticos de
sistemas químicos a escalas macroscópicas, moleculares y atómicas; la
química analítica, que analiza muestras de materia tratando de entender
su composición y estructura. Otras ramas de la química han emergido en
tiempos recientes, por ejemplo, la neuroquímica que estudia los aspectos
químicos del cerebro.